Experimenta con la fotografía desde los 16 años y a los 20 se ha convertido en su forma de vida. Su vínculo con la fotografía comenzó cuando tuvo que hacerse cargo de un niño con una enfermedad mental. Al fotografiarlo descubrió que era la mejor manera de aportar algo al mundo.
Estudió fotografía artística en la escuela Serra i Abella, especializándose en el uso de la luz natural y la representación del cuerpo femenino. Para ella, la belleza femenina existe en todos los cuerpos, no por su fisonomía, sino por la emoción que emana de ellos de forma invisible. Sus fotografías reflejan la delicadeza del alma femenina con sus luces y sombras.
La calma y la tranquilidad son fundamentales en su proceso creativo, permitiéndole dejarse llevar por lo que siente en el momento.
Entrevista rápida
Mi estilo es íntimo, natural y cercano, siempre basado en las emociones y sentimientos.
Unión entre el amor y el veneno y/o el dolor
Lo que me inspira son las personas, los espacios, la luz... Me gusta estar en constante búsqueda de la belleza.
Generalmente mis obras expresan sentimientos, creo que por eso transmiten porque son sentimientos reales, a veces hasta tristes, y tengo la sensación de que eso conecta con la gente.
Mis mejores fotos suelen ser improvisadas, siempre encuentro un momento para disparar y tomar esa foto única, eso es lo bueno de la fotografía, o capturas ese momento o se va, como la vida misma.